Tengo que reconocer, amigos, que en estos días de Mundial , a un futbolero como yo, con sangre culé en las mismísimas venas, algún cambio biológico puntual tiene que haber sacudido mi cuerpo serrano.. Sin que nadie pueda sentirse ofendido, Dios me libre, yo lo llamaría metamorfosis clínica. Siguiendo los partidos de “la Roja”, he llegado a pintarme la cara con las pinturas de “guerra”, con los colores de la bandera española¡¡¡
Es claro que, esta vez, “La Roja” venia impregnada con muchas de las virtudes de la “marca” Barça. No solo por ver las delicias de los Xavi, Iniesta, Puyol, ...Ramos, Capdevila, Casillas, ...y compañía., también hemos visto el trabajo, perseverancia, humildad de toda una plantilla entregada a su entrenador, y con un espíritu claramente ganador, que no se apreció en otras ocasiones.
No es menos verdad que viendo la “pasión” juvenil a mi alrededor, léase, mis hijos y nietos, alguna corriente me tenía que “acalambrar”. Pues ahí queda eso. Sangre culé en las venas y una especie de “corriente” roja transitando por mi esqueleto sin yo poder hacer nada por impedirlo. Y por unos momentos ondeando los colores de la selección española de fútbol, sin que ninguno de mis atributos masculinos quisieran salir despedidos de mi humanidad. Ah, los que ya las disfruten, buenas vacaciones.
1 comentario:
Lo que ocurre es que los niños, inocentes y sin influencias externas -todavía- no mezclan el deporte, en este caso el fútbol, con la política.
Los míos, deportistas, futboleros y culés, han disfrutado lo indecible con el buen fútbol, la competición y, como no, la victoria.
Muy logrado el título del artículo, Carra.
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