Hoy , para mi, no es un buen día . El Parlament ha prohibido las corridas de toros en Catalunya. Y, ya me he manifestado en alguna ocasión, los toros para mi ni fu ni fa. Me enervan este tipo de prohibiciones tan claramente políticas. Prohibimos el espectáculo taurino y aceptamos el aborto.
Nos preocupan mas los sufrimientos de los astados que la propia vida humana. Estamos inmersos en continuas contradicciones.
Nos preocupan mas los sufrimientos de los astados que la propia vida humana. Estamos inmersos en continuas contradicciones.
En nuestro amado País conviven muchas sensibilidades. Y no debe valer todo. Estoy convencido que detrás de este fervor animalista respecto a los toros, su sufrimiento en las plazas, existen razones partidistas, anti españolistas. Entiendo perfectamente dichas razones anti, en otros campos de nuestras relaciones con el Estado pero no la comparto en cuanto a esta tradición taurina tan erradica .
Prohibir, prohibir, por decreto. Si miramos con “lupa” lo que sufren muchos animales antes de llegar, muertos, a los mercados, quizás, deberíamos volvernos vegetarianos. No me gustan las injusticias y creo, que esta vez, los Parlamentarios no han obrado con justicia ni ética. Palabras que utilizan con mucha soltura en la mayoría de sus “mítines” políticos. Y, muchas veces, de lo que les acuso es de falta de sentido comùn. Amigos, os deseo que viváis en paz.
1 comentario:
Sé que hay mucha gente lo ve como tú, Carra.
Para alimentar un poco la polémica (je), te diré que yo estaría más de acuerdo con el "Toros, no; correbous, tampoco". No me gustan los espectáculos que se alimentan del sufrimiento, aunque sea el sufrimiento de animales. Para mí, las corridas son una exhibición de la tortura y la barbarie. Tampoco me gustan los correbous. No son tan escandalosamente crueles. No hay sangre, como en las corridas, pero son una tortura.
No creo que ninguna tradición justifique tal crueldad.
Puede que haya motivaciones políticas detrás de esta prohibición (no hemos nacido ayer), pero también hay detrás una iniciativa popular con miles de recogidas de firmas.
Catalunya siente como una nación y busca la diferenciación: queremos nuevo Estatut, más autogobierno. ¿Por qué no diferenciarnos en esto, entonces?
Sea por lo que sea, se han prohibido, y a mí me parece muy bien. A veces las prohibiciones son buenas, cuando conllevan progreso.
¡Hasta el próximo, Carra!
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