Gracias a la inestimable colaboración de Montse, -mi hermana-, y José María,-nuestro cuñado-, este fin de semana pudimos "escaparnos" Martina y yo un par de días. Nuestro destino: Tarragona. No conocíamos la ciudad y aquí estamos. La llegada al Hotel Ciutat de Tarragona fue pasadas las dos de la tarde. Tiempo justo y necesario para dejar las maletas en la habitación e ir a comer. El hotel, grande, es también moderno y acogedor. Primer acierto de nuestra salidita. El menú, delicioso.
Nada mas llegar a la recepcion del hotel y despues de registrarnos, la amable empleada nos dio un mapa de la ciudad y nos puso al corriente de todo lo que se podia visitar. Por la tarde, -ahi lo del titulo de la entrada-, lo mas importante "La Procesion del Santo Entierro". En realidad La Semana Santa en Tarragona constituye un hito importante en la capital desde hace muchos años. Los origenes modernos de dicha tradicion se situan sobre el siglo XVI. A las ocho treinta de la tarde salia pues desde la Iglesia de Nazaret, en la Plaza del Rey , la espectacular procesion.
Encabezaba la Procesión del Santo Entierro la Cohorte Romana de la Purísima Sangre. Un buen grupo de soldados Romanos. Su primera aparición y salida fue en el año 1.758. Son en total 22 las Ordenes que componen la Procesión. La verdad, espectacular y muy aplaudida por la multitud que abarrotaba la Ciudad tarragonina, por la zona.
En las horas previas al evento, recorrida toda la rambla, nos paseamos por el Balcón del Mediterraneo, observando el mar. visitamos las ruinas del Anfiteatro Romano, la Torre Romana de la plaza de representacion del Forum Provincial, transformada en residencia Real. Y por ultimo el Circo Romano. Un pequeño y bonito repaso a la historia. Mañana, un poco mas.
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