He de empezar diciendo que soy aficionado al fútbol , cule y socio de F.C. Barcelona. Dispongan el orden de lo anterior como ustedes prefieran. Y un enamorado, futbolisticamente hablando, claro, de ese “rara avis” en el mundo de los entrenadores, que es Pep Guardiola. Casualmente,como yo, -que pase mi infancia en Manresa-, estudio con los hermanos de La Salle de Manresa. Yo nací en Barcelona pero el nació mas cerquita de la capital del Bages. Nació en Santpedor. Pero quien no conoce todos estos detalles de Pep.
Escribo estas notas porque he de manifestar que lo que mas me asombra del actual entrenador de este Barça triunfal, es su parcela humana. Bueno, claro, lo que se aprecia, se intuye en todas sus apariciones publicas, pues no lo conozco personalmente. Ya demostró todas sus cualidades futbolisticas y humanas en su faceta como jugador. Y también, su amor por el F.C. Barcelona.
Ahora en el tiempo que se acercan las elecciones a la Presidencia del Club, le apremian para firmar un contrato suculento, que rubrique su continuidad en el Club. Le apremian los que mas lo necesitan: los directivos que prevean una candidatura continuista. Y Pep, no tiene prisa. Pep espera el momento oportuno. El no es un oportunista. Si lo fuera ya hubiera firmado. Déjenlo tranquilo. El, si consigue la misma complicidad, que hasta ahora, de su plantilla, firmara. Pero en el momento preciso. No antes. Los que quieran “jugar” con su continuidad, digo por los posibles presidencialistas, no tienen negro. Pep, no aflojes. El Viacrucis para los que quieran presumir de ir en una futura candidatura.
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