Vaya día el de ayer. Comenzo a nevar sobre la madrugada. Y, a las 8 de la mañana, Martina, no sin antes llamar a la Policía Municipal, pudo coger el coche para irse a Rubí, a trabajar. Pero la mañana se fue complicando y la nevada, a lo largo del día fue impresionante. Yo me quede en casa, de “guardia”, atendiendo a mama, haciendo compañía a Uma y Dina, nuestras mascotas, con mas miedo que vergüenza ante los blancos mantos que reconvertían nuestra casa. La piscina, parecía un sorbete de limón algo grisáceo.
El huerto, ni existía, solo un tupido manto blanco. Y al mediodía la nevada fue in crescendo. Los caminos cercanos a la Urbanización, impracticables y Martina tuvo que comer , en un bar, cerca del trabajo. Y la tarde se presento peor, los copos de nieves del tamaño de pelotas de ping pong. Mas caminos con la imposibilidad de pasar por ellos. Tanto así que las autoridades correspondientes cortaron el trafico hacia la Carretera Vieja de Ullastrell camino habitual hacia las urbanizaciones.
Y el colapso fue total para transitar por los polígonos y los caminos de Rubí. Martina decidió. Con muy bien criterio, quedarse a dormir en casa de nuestra hija mayor, Ana. A continuación vienen unas cuantas fotos de casa, durante la nevada de ayer:
1 comentario:
Carra, las fotos muy bien, la nieve muy bonita....si no tienes que salir a trabajar, como la Martina. ¡Pero sale en la foto!.
Menos mal que sólo fue un día.
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