Siguiendo con los recuerdos de mi infancia, -los abuelos siempre contamos batallitas-, me viene a la cabeza lo cerquita que vivíamos de la estación de trenes, en Manresa. Y cerca de la Seo, la bonita Catedral. Y en nuestros correteos por la calle, después de la merienda, íbamos a la estación de los trenes y, allí, nos aprovisionamos de un material de valor incalculable para nuestros juegos: los billetes de tren.
En aquellos días los billetes de tren eran de un cartón duro y de diversos colores. Según los recorridos, los billetes eran de primera, segunda o tercera categoría. Eran , por entonces, un material autentica mente colecciona ble. Según la categoría les otorgábamos un valor diferente. Los mas valiosos , claro, eran los de primera. Dicho esto, con los mencionados billetes organizábamos un juego. Tirar los billetes de tren contra una pared,-eramos varios compañeros,-
y según caían en el suelo, ganaban los billetes que tocaban a otros. Y te llevabas el montón. Uno de los juegos imaginativos de aquella época.
Una forma de jugar en compañía de los “colegas”, con la emoción de ir coleccionando las pertinentes “ganancias”.Unos increíbles billetes de tren, mas valiosos para nosotros que las propias pesetas de la época. La imaginación nos hacia volar de forma impensable.
1 comentario:
Qué bonitos recuerdos!!!
A mi me han venido a la cabeza los "cromos de picar". Con la palma de la mano "hueca" dabas un golpe en la mesa y aquellos que se giraban, pues, para ti! Las láminas de papel dibujaban temas como flores, animales, oficios, etc...
Tengo una compañera que guarda una buena colección, dentro de la correspondiente caja de galletas!!
Desde aquí le mando un beso.
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